Este es el sugerente título de una de las obras del ilustrador Hervé Tullet. Él mismo relata que en su infancia, el arte, los libros y la cultura estuvieron alejados de su familia y que fue en su adolescencia cuando tuvo la oportunidad de acercarse a ellos. Tal vez sea esa la razón que le impulsó a dedicar su talento a la literatura infantil y no sabe cuánto se lo agradecemos, porque sus obras son una verdadera invitación a la creatividad y diversión.
Sus dibujos se caracterizan por su sencillez y colorido a la vez que cada libro es un reto que nos alienta a ir más allá.
Tanto nos ha gustado que, los peques de las aulas de dos años no hemos dudado en crear nuestra propia obra con su mismo estilo.
En estas imágenes podéis ver el desarrollo de esta actividad.
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