Somos tan valientes y divertidos que no solo no tenemos miedo a los monstruos, sino que nos atrevemos a crear los nuestros. Con una gota de pintura, una pajita y soplando fuerte conseguimos dar forma a nuestros monstruosos amigos. Solo tuvimos que esperar a que secaran para ponerles ojos y boca y llevarlos a casa con sus nuevas familias.
¡Que nadie se alarme, son inofensivos!
Etiquetas: aula 2 años Infantil