Hoy hemos descubierto un montón de cosas, por ejemplo, que algunas veces las historias reales también tienen un final feliz. Este es el caso de las secuoyas que se plantaron en Cantabria hace casi un siglo. En principio se pensó aprovechar su madera para la industria, pero finalmente las dejaron crecer, no las talaron y el bosque fue declarado Monumento Natural.

Con motivo del proyecto “El bosque”, esta mañana, los niños de 2º y 3º de infantil, hemos hecho una salida a Cabezón de la Sal para perdernos entre los caminos que forman sus enormes troncos y tomar el almuerzo al aire libre disfrutando ya de los primeros paisajes del otoño.

Aunque la excursión ha sido breve, hemos aprendido muchas cosas sobre estos sorprendentes árboles y además, lo hemos pasado genial con los compañeros y profes, que para empezar el curso… no está nada mal.