Antes de irnos de vacaciones, queríamos dejar acabado el proyecto de Yayoi Kusama, en el que estábamos trabajando.
Para ello organizamos una serie de juegos, que no hubiéramos podido llevar a cabo sin la ayuda de algunos papás y mamás que se ofrecieron voluntarios.
Pasamos una mañana muy divertida pintando con tapones, jugando al corro de la patata, clasificando bolas de colores, haciendo brochetas de frutas… pero lo mejor de todo fue compartir un rato con nuestras familias.