UN VIAJE A LAS RAÍCES

               Invitados por el Sr. Obispo de la Diócesis, D. Vicente Sánchez de Castro, los Salesianos llegaron a Santander en los primeros días de mayo de 1892. Inspirándose en Don Bosco y en su Sistema Preventivo, fueron los iniciadores de una presencia eclesial cuya misión era responder a las necesidades de la juventud y de las clases populares de la ciudad y de la región. Era una de las cinco fundaciones primeras españolas junto con la Casa de Utrera, Sarriá, Rocafort y Gerona.

              La primera casa salesiana en Santander, la humilde casa de la calle Prado de Viñas (actualmente San Celedonio), estuvo en el número 7, hoy colegio de la Anunciación, situada un poco más debajo del actual colegio. En el 1896 comenzaron a funcionar los talleres de imprenta, carpintería, sastrería y zapatería. Pronto resultó insuficiente para tan vasta y hermosa misión. Los primeros Salesianos llegados a Santander, con su estilo original de vida y de acción, se implicaron de tal forma en la promoción de la juventud, que muy pronto los ciudadanos de bien tomaron conciencia de la importancia social de la obra salesiana. El Sr. Obispo, sacerdotes, hombres y mujeres notables de la región, y otras muchas gentes sencillas contribuyeron, según las propias posibilidades, a hacer realidad la obra salesiana en Cantabria. Gracias a esta colaboración, no sólo se afianzó la labor de los primeros Salesianos, sino que también fue posible la inauguración del actual Colegio “María Auxiliadora” el 2 de febrero de 1908, cuyas obras habían comenzado en 1894. 14 años se tardó en construir el edificio del actual colegio, en forma de L, correspondiente a los brazos de la calle Gral. Dávila y el que bordea al polideportivo.

 

               El 9 de junio de 1912 se celebra la primera Junta de los Antiguos Alumnos del Alta. La Asociación queda definitivamente constituida en abril de 1913. El primer grupo de ocho salesianos cooperadores hizo su promesa en abril de 1997. En 1909 se creó un grupo de la ADMA, antes denominada “Archicofradía de María Auxiliadora”. Del 1973 a 2005, la casa de Santander también acogió la etapa del prenoviciado.

              La actividad deportiva del colegio (fútbol, baloncesto y atletismo) se consolida en los años “60” (hasta el 1964 se limitaba a competiciones internas). El Balonmano estuvo afiliado al G.D.TEKA desde 1977 al 2008.

              La casa de Prado de Viñas se cierra 1942 y con el tiempo llegarían otras obras: la Escuela Profesional Salesiana “Antonio Trueba Barquín” (12 de octubre de 1956), cuyo cincuentenario se celebró en el 2006. También la iglesia (21 de marzo de 1960); el teatro-cine (22 de mayo de 1966; en el 2005 remodelado); el Panteón para los salesianos difuntos en el cementerio de Ciriego (14 de diciembre de 1968); el campo de fútbol (1970), actualmente el Complejo Deportivo “Salesport” y el Polideportivo (2009). En el 1974 se funda APA (Asociación de Padres de Alumnos) y registrada oficialmente como Asociación más tarde (1976). Se inaugura el Taller eléctrico (31 de enero de 1975) y el Taller de Sistemas de Telecomunicaciones e Informáticos (2003).

               El Colegio ‘María Auxiliadora’ se define como un Centro Educativo integrado (Ed. Infantil, Ed. Primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional), concertado, católico y salesiano, inserto en el espacio físico y social de la ciudad de Santander. La historia demuestra que, ya desde los inicios, la Obra salesiana en Santander constituía una incipiente comunidad educativa y pastoral, pues integraba en clima de familia a jóvenes y adultos, padres y educadores.

               Este desarrollo ha hecho posibles hitos importantes, y ha sido el resultado de la unión y colaboración de muchas personas: jóvenes, salesianos, padres y madres, profesores y profesoras, colaboradores seglares, Familia Salesiana, etc. Algunos de ellos derramaron su sangre, siendo semilla de nuevos cristianos y testimonio para nuevas generaciones.

               El 24 de junio de 1915 se celebró en la Obra Salesiana el centenario del nacimiento de Don Bosco; en el 1988, el Centenario de su muerte. Poco después, en el 1992, también celebramos el Centenario de la llegada de los salesianos a Santander. El año 2008 hemos celebrado solemnemente el Centenario del Colegio: ello nos ha traído a la memoria muchos recuerdos, sucesos y, sobre todo, personas. Y en el 2012, la presencia de la reliquia de Don Bosco en nuestra casa ha sido un momento de renovación carismática y bendición.

               Actualmente podemos contar, gracias a Dios y a la generosidad de no pocas personas implicadas a favor de los jóvenes, con un amplio y hermoso Centro que trata de llevar adelante con ilusión un Proyecto Educativo-Pastoral fiel al espíritu y a la pedagogía de Don Bosco.